Julio Abanto Llaque y Wilmer Mejía Carrión.

A lo largo de su historia, los habitantes de San Juan de Lurigancho han cultivado una tradición de amor por la prosa y el verso. Aunque la literatura oral prehispánica dejó pocos rastros, algunos relatos fueron preservados por los extirpadores de idolatrías en Huarochirí, especialmente a través de Francisco de Ávila. Sus escritos evidencian, por un lado, la existencia de un grupo étnico llamado Lurigancho o Ruricancho, y por otro, rituales vinculados a cerros sagrados y personajes épicos que caracterizan esta región de Lima.

La llegada de los españoles al Perú introdujo la escritura como herramienta para registrar y preservar una nueva cultura, conteniendo las primeras expresiones literarias coloniales. Estas incluyen décimas, poemas, crónicas y relatos sobre eventos y figuras destacadas, como el virrey Amat, conocido por sus obras urbanísticas y políticas de beneficencia. En una obra lírica de 1767, Amat es idealizado y elogiado por sus contribuciones, como la infraestructura en el Valle de Lurigancho, vistas como símbolos de progreso. Estos textos reflejan la interacción entre los habitantes y las autoridades coloniales, mostrando cómo se construyeron relaciones de poder y comunidad en esa época.1

Un extenso discurso lirico al Virrey Amat por su obra de apertura de camino al valle de Lurigancho, 1776 (Composición propia)

Desde esa época -mediados del siglo XVIII hasta antes de mediados del siglo XX- salvo por la intencionada conservación de un cuaderno que, gracias a la familia Lino Colán llegó a las manos de Julio Abanto, se sabe muy poco de la producción literaria en el territorio de lo que ahora es nuestro distrito. Este cuaderno presenta un conjunto de décimas de Teófilo Colán, el abuelo huaralino, que llegó a Lima en los años 30, con la intención de trabajar en las haciendas de Lurigancho.

Don Teófilo solía contar a los niños cuentos de misterio como la de un toro con los cuernos de oro que emergía de una huaca desaparecida2. Este cuaderno es sin duda un ejemplo vivo de poesía campesina.

Si este libro se perdiera como suele suceder Suplico a quien se lo encuentre me lo sepa devolver
Que no es de ningún malvado,
Si no de un pobre amigo que desea aprender.

Si quiere saber mi nombre más para abajo lo pondré,
con letra color de oro Teófilo tengo por nombre y Colan por apellido.
(1922-Huaral)

Por esa misma época, Enrique Solari Swayne y Gertrudis Braumsberger de Solari, dos esposos que huían de la II Guerra Mundial, encuentran en el valle de Lurigancho el lugar ideal para encontrar la paz y el crecimiento de su familia. El Tata, como lo llamaban de cariño, encontró el escenario perfecto para lograr una impactante producción literaria, de la cual destacan diversos cuentos y obras de teatro, siendo sin duda, Collacocha, la más reconocida.

De su producción, la obra El Tigre narra la vida de un conocido pillo del barrio de Cantagallo, y esboza párrafos que los luce en un segundo relato El valle de los Hurin Huanchos (1972), En algún momento Jacinto Solari le contó a Julio Abanto que Enrique -su padre- y unos ilustrados amigos escribían una revista literaria3. Así pues, los esposos Solari estuvieron muy atentos al desarrollo de la evolución urbana de “su” valle y de los nuevos vecinos. Esto fue lo que acerca mucho más a Gertrudis a intimar con el provinciano y su producción de arte popular.

Por otro lado, según relata Uli Solari, -otro de los hijos de la pareja- la casa de la Av. Lurigancho se convirtió en el punto de encuentro de grandes intelectuales de la época; por ejemplo, en esa casa José María Arguedas daba lectura a varias de sus novelas antes de imprimirlas.

Enrique Solari Swayne, descansando en su vivienda de la Av. Lurigancho (Archivo: IC Ruricancho)

Encuentro de la familia Solari con el sociólogo Carlos Salazar-Calderón Fajardo y José María Arguedas (Archivo: IC Ruricancho)

Una emergente literatura testimonial, migrante y urbana4

Desde mediados del siglo XX, la migración no solamente transformó San Juan de Lurigancho de una zona agrícola a una eminentemente urbana, también trajo un enorme bagaje cultural de diferentes lugares del país para nuestro distrito, y con ello las esperanzas y sueños de hombres y mujeres deseosos de contar su sentir y de mantener su cultura en una ciudad que era ajena a sus deseos.

Don Abilio Soto Yupanqui, maestro, artesano, músico, poeta inicia una historia de reivindicación de lucha social desde una apreciada poesía en quechua. Lo mismo sucede con el maestro y periodista ancashino Renato Alegre Valverde, quien recoge testimonios de vida y lucha de su querido Canto Sol y de su larga carrera como docente y comunicador o con el igualmente periodista Roberto Revoredo que escribe sobre El Pueblito de Lurigancho, capital de nuestro distrito. Semejante experiencia literaria también lo realiza el Prof. Saturnino Ayala, para Villa Huanta y Elías Estrella, con su testimonio de fundación del Asentamiento Humano Cruz de Motupe (2008). De esta generación cierra el círculo Edmundo Panay, poeta huanuqueño que supo con su “canto a los Hurin Huancho”, fusionar historias, sentimiento, compromiso y esperanza.

Don Edmundo Panay, impuso la frase: “SJL el distrito más arguediano del Perú” (Archivo: IC Ruricancho)

Un hecho interesante que debemos mencionar es que el poblamiento del valle de Lurigancho y la formación de diversas barriadas en la década de los 60, llamó la atención de muchos jóvenes de clase media acomodada de aquel momento militantes de un movimiento social cristiano católico, como la de María Emilia Cornejo, joven poetisa que, aunque residía en Pueblo Libre radicó un tiempo en San Juan de Lurigancho (Caja de Agua) hasta su temprana muerte en 1972. Dentro de esta corriente de movimientos sociales católicos, destaca la poetisa Jenny Alfaro Perona, cuyo trabajo manifiesta el compromiso con los más necesitados y la lucha por la justicia social.

Cerrando el siglo XX, un conjunto de vecinos de Canto Grande creó un importante movimiento poético y es acá donde debemos referirnos a la organización liderada por el Dr. Jorge Bendezú y Bendezú, ayacuchano de la provincia de Lucanas, quien a mediados de la década de 1990 constituye la Asociación Siglo XXI, el círculo reúne a un destacado grupo: Lizardo Araujo, Dolores Solórzano, Alida Chauca y a un joven Salvador de la Torre, entro otros.

La Dra. Milagros Carazas Salcedo. Reconocida como personalidad meritoria de la cultura, 2015. (Captura de imagen: https://www.youtube.com/watch?v=heUKhmCqryA )

Primeras décadas del siglo XXI

Ya en el siglo XXI, debemos reconocer la experiencia que nos llega desde Lima Sur con Luis Enrique Amaya quien desde su programa "Sólo para Locos", en Radio Planicie, convirtió su espacio en una trinchera para la poesía y el canto pensado. Un enorme aporte de Luis Amaya, es su perspectiva por agendar la poesía en el desarrollo cultural distrital, ya sea como productor y conductor desde la radio o como gestor cultural desde el espacio que supo convertirse en semillero para enormes ideas, me refiero al parque zonal Huiracocha, y luego, lo que sería su centro cultural. Desde ese espacio, el año 2012 surge el Movimiento Literario Lurigancho, agrupando a una nueva generación de rebeldes poetas, entre los que destacan el ya mencionado Luis Enrique Amaya, Roy Davatoc, Arturo Vásquez5, Carlos Mejía, Karen Quintana, Juan Carlos Durán, fundadores de este grupo. Posteriormente, se irán sumando: Limber Morales, Carlos Villa Valle, Anthony Quiroz, Edmundo Panay Lazo y Wilmer Mejía Carrión entre otras personas6 que estuvieron alrededor compartiendo su inspiración literaria.7

La Dra. Milagros Carazas Salcedo. Reconocida como personalidad meritoria de la cultura, 2015. (Captura de imagen: https://www.youtube.com/watch?v=heUKhmCqryA)

Un nuevo germen, se nutre de toda esta rica experiencia, naciendo el movimiento Literario Nokanchi Kanchu (2014), liderado en sus inicios por Carlos Villa Valle. Alimentándose del dolor de la marginación y de la fuerza que da una tierra milenaria, ha sabido generar un amarre generacional, que es en síntesis, el batallar constante de periodistas, poetas, y amantes de la literatura. Algunos miembros destacados de este grupo mencionamos a Betty Ramos, Clever Narro, Angel Misari, Orlando Soto, Miriam López Aguirre, Orlando Ordóñez Santos, Juan Villena Zárate8 y los ya mencionados Edmundo Panay Lazo, Juan Carlos Durán, Carlos Mejía, Limber Morales entre otros.

Por otro lado, Jimmy Alva García, es autor de varios libros los cuales exploran un aspecto más relacionado al territorio andino y la ciencia ficción.

La investigación relacionada a la literatura afroperuana tiene en nuestra vecina y catedrática sanmarquina Milagros Carazas Salcedo una gran representante cuyos trabajos y trayectoria le han merecido reconocimiento a nivel nacional e internacional.

En el caso de la dramaturgia, destacan Alfonso Bocanegra y Gimena Vartu9. Esta última tiene obras teatrales que han sido escenificadas en diferentes espacios a nivel nacional, además ha publicado diversos poemarios y relatos.

El Penal como punto de inspiración

Lurigancho, el nombre de esta tierra, y que ha sido usado de manera inexacta para nombrar a uno de los penales más controversiales del Perú (San Pedro), ha inspirado un conjunto de relatos personales y novelas de reconocidos autores nacionales y extranjeros, acá una lista:

  • LURIGANCHO: Novela de J. M Estramodoryro (1979)
  • LURIGANCHO, Fernando Pomareda Cespedes (2010)
  • LURIGANCHO, Edwar Padilla y Paul Wood (2013)
  • El VIOLADOR DE LURIGANCHO, Jorge Espinoza Sánchez (2013)
  • LURIGANCHO: EL MUSICAL, Obra de teatro donde participan reclusos, fue creada por el ex interno Edgar Paz Ravinese (2023)

El territorio luriganchino como escenario de relatos y reflexiones

BAJO LA SOMBRA, Jack Martínez Arias (2014) donde los crímenes se cometen dentro de la familia misma y donde buscar los orígenes convierte al protagonista en un criminal que daña y termina dañado.

LIMA ESTE, novela negra del periodista y escritor Giovanni Anticona (2012) donde el propio autor es el protagonista, quien recorrerá guiado por Cristóbal, un joven periodista que vive en San Juan de Lurigancho, los lugares más sórdidos y peligrosos del distrito.

INFANCIAS, Bryan Paredes (2023) su primer libro de ficción. Ambientado en los distritos de La Esperanza (Trujillo) y San Juan de Lurigancho, son 13 cuentos en los que explora, sin concesiones, el mundo de la infancia, experiencias que determinan nuestros derroteros en la vida.

SOLO PARA PITUCOS, Wilmer Mejía Carrión (2021) El autor, hallando inspiración en sus vivencias en estas tierras luriganchinas, pone a San Juan de Lurigancho como escenario de la mayoría de sus cuentos donde sus personajes tratan de encontrar un lugar en una realidad hostil.

TE HE SEGUIDO, reciente obra de Jack Martínez (2024) Situada en los escenarios de San Juan de Lurigancho, La Oroya y el campus de la UNMSM, narra una historia de amor de dos jóvenes migrantes.

Un conjunto de publicaciones alusivas al penal, a la vivencia de sus autores y cultura milenaria de este distrito (Composición propia)

Saliendo del ámbito estricto de la literatura y entrando al terreno del periodismo, desde hace varios años, diversos autores a través de los medios virtuales y tradicionales han escrito diversas crónicas y opiniones que vienen marcando un liderazgo de opinión nos referimos a Magaly Vera, Efraín Quispe, Anddy Landacay, Edwin Cavello Limas, entre otros.

Tenemos la sensación de ser ingratos con tantos talentosos amigos y vecinos que, desde la poesía, el cuento, la novela y la dramaturgia, revelan sus sueños y esperanzas. Así pues, podemos terminar afirmando que es imposible mencionar a todas las personas de nuestro distrito involucradas en la creación literaria. Así de productiva es nuestra sangre luriganchina que, convertida en tinta, es comprometida, hirviente y apasionada.

A modo de reflexión, queremos terminar mencionando que si bien es cierto la pasión por la literatura sigue vigente, gestándose una nueva generación de jóvenes animados a crear a través del arte de la palabra, los gobiernos locales siempre le han dado la espalda a estas iniciativas, teniendo como resultado el fracaso del Consejo del Libro y la Lectura. Sin embargo, a pesar de esta circunstancia, tenemos una buena cantidad de editores que viven en el distrito y las ferias que se vienen impulsando como la FELILU (Feria del Libro Luriganchino).

 

1 Puede descargar la obra completa desde el siguiente link: https://bibliotecadigital.bnp.gob.pe/items/d2e6b359-0f51-45bb-82f9-d94ae9cd3e7e

2 Como lo refiere el mismo Enrique Solari, en su relato el Valle de Los Hurin Huanchos, vuelto a publicar en: San Juan de Lurigancho: historia y presencia (2018).

3 Quizás se llamó “Alborada”.

4 Si bien estas obras no son estrictamente literarias, tienen un gran valor testimonial.

5 Con el seudónimo de José Antonio Palacios publica el poemario Rimac Mayu.

6 Incluyendo a diversos estudiantes universitarios de la San Marcos, Villarreal y César Vallejo.

7 En una posterior versión, donde se quiso resurgir el grupo (2014-15) se integró el poeta ayacuchano Francois Villanueva Paravicino. A pesar de los esfuerzos de crear un libro este no llegó a realizarse. Los miembros volvieron a separarse siendo que hasta la fecha de la publicación de este artículo el Movimiento Lurigancho se encuentra paralizado.

8 Mediante Resolución Ministerial N° 021 -2020 – MC, se otorgó la distinción de “Personalidad Meritoria de la Cultura” por su amplia trayectoria intelectual y creadora en aporte de la nación, al escritor de origen cajamarquino Juan Villena Zárate.

9 Ha sido ganadora del Concurso Nacional Nueva Dramaturgia Peruana 2016, del Ministerio de Cultura del Perú.