Desde su descubrimiento en diciembre de 2024, el meteorito 2024 YR4 ha captado la atención de astrónomos y científicos debido a su potencial impacto con la Tierra. Con un diámetro estimado entre 40 y 90 metros, este asteroide tiene una probabilidad del 2,3% de colisionar con nuestro planeta el 22 de diciembre de 2032. Aunque la probabilidad es baja, las observaciones continuarán refinando su trayectoria en los próximos años. Pero, ¿qué sucedería si 2024 YR4 impactara directamente en la ciudad de Lima?
Impacto en Lima: un escenario catastrófico
Si este meteorito cayera en el centro de Lima, las consecuencias serían devastadoras. Se estima que la energía liberada podría ser equivalente a varias bombas nucleares, provocando una destrucción total en un radio de al menos 5 kilómetros desde el punto de impacto. Distritos como Cercado de Lima, San Isidro, Miraflores, Breña, La Victoria y parte del Callao quedarían completamente destruidos.
La onda expansiva se extendería hasta un radio de 15 kilómetros, causando daños estructurales graves en San Juan de Lurigancho, Ate, Surco, San Borja y el resto del Callao. Ventanas rotas, incendios masivos y colapsos de edificaciones serían comunes en esta zona.
Efectos en la región y el país
A una distancia de hasta 50 kilómetros, en ciudades como Chosica, Canta, Huaral y Huacho, la onda expansiva seguiría siendo perceptible con fuertes vibraciones, cortes de energía y daños moderados en edificaciones. Si el meteorito impactara en el Océano Pacífico, el tsunami resultante podría inundar grandes extensiones de la costa peruana, afectando ciudades como Callao, Pisco, Trujillo y hasta regiones de Ecuador y Chile.
Además, el polvo y los escombros lanzados a la atmósfera podrían generar un enfriamiento temporal del clima en la región, afectando la producción de alimentos y el suministro de agua potable.
Posibilidades y preparación
Si bien la probabilidad de un impacto sigue siendo baja, agencias como la NASA y la ESA continúan monitoreando su trayectoria y desarrollando estrategias para evitar una colisión catastrófica. Entre las opciones está la desviación del meteorito mediante misiones espaciales similares a la DART de la NASA, que en 2022 demostró la posibilidad de alterar la trayectoria de un asteroide.
A medida que se acerquen fechas clave para nuevas observaciones, la comunidad científica podrá refinar los cálculos y determinar si realmente representa una amenaza para la Tierra. Mientras tanto, es fundamental que las ciudades refuercen sus planes de emergencia ante posibles eventos astronómicos extremos.
Si bien el impacto de un meteorito en Lima es un escenario hipotético, nos recuerda la importancia de la investigación espacial y la preparación ante amenazas naturales que, aunque improbables, podrían cambiar la historia de nuestra civilización.